Eugenio Recuenco es un célebre fotógrafo y cineasta español nacido en Madrid. Sus primeros pasos en el mundo artístico fueron mas cerca de la pintura en grandes dimensiones que en la fotografía; tardó unos años en especializarse en el mundo cinematográfico. Desde entonces, ha trabajado con numerosas revistas de moda reconocidas mundialmente. A continuación una lectura de una de sus imágenes más recientes.
La foto elegida pertenece a la colección de 365º publicada en 2013 por Eugenio Recuenco. Se trata de una fotografía vertical a color. Es un plano general en el que se muestra el espacio en el que la protagonista de la composición se encuentra. El ángulo, es un leve contrapicado, lo que permite divisar el techo del cubículo.
En la fotografía encontramos una mujer situada en medio de un pequeño espacio parvamente iluminado; la única entrada de luz es una pequeña ventana cuadrada situada en la parte superior derecha de la pared izquierda. No obstante, a parte de esa fuente de luz natural, es muy posible que haya un foco detrás de la cámara, pues la sombra que refleja la mujer permite llegar a esa conclusión. Las paredes y el suelo de la estancia muestran un claro desgaste, incluso podría llegar a pensarse que se trata de óxido. Es una amalgama de colores grises, marrones y levemente rojizos, propios de una tonalidad fría.
En el centro de la imagen situamos el mayor punto de interés de la fotografía; una mujer adulta, de tez blanca reposada en lo que parece un taburete La expresión de su cara indica que está concentrada. La chica viste un abultado vestido negro con mangas francesas. La falda tiene distintos volantes con una capa inferior hecha de lo que parece ser tul. Además, tiene lo que parece ser un abrigo de piel, también negro, y unas medias y botas altas con hebillas y tacones todo del mismo color. En la cabeza, lleva un sombrero negro redondo, que acopla la forma de su cabeza y tapa sus ojos. Está adornado con unas tiras extensas de un material semi rígido, también de color negro.
A la izquierda de la mujer hay un arpa de gran tamaño, apoyado en el suelo, y que está siendo tocado por la chica. Es de madera oscura, y donde deberían situarse las cuerdas del instrumento hay una gran telaraña que simula tener la función que deberían tener unas cuerdas comunes. Encajado en la parte baja del arpa hay un cartel cuadrado de color blanco en el que hay un número 12 de color negro que ocupa casi todo el pasquín.
Subjetivamente, esta fotografía tiene mucha información de la que se puede hablar. Creemos que la historia detrás de esta composición es inquietante hasta cierto punto. Quizás, la mujer se quedó encerrada en ese cuarto hace un largo periodo de tiempo, y como consecuencia, comenzó a prestarle atención a algún posible bicho que surgiese en la habitación; en este caso una araña. Podría ser que, perdiese la cordura y se empezase a identificar, si así se puede decir, como una araña, como manera de sentirse integrada en su soledad. Hay muchas teorías posibles, pues la subjetividad es algo que puede interpretarse libremente. No obstante, analizando el resto de fotos de la colección, se sigue un patrón: todos las fotografías representan personajes luchando contra la soledad que les causa encontrarse en ese oscuro cuarto.
Esta tarea ha sido realizada por Adriana Martínez y Claudia Martín de 1º BACH B.
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